Psicosomatica
Psicoanalíticamente se trata de una manifestación fenomenológica en la cual un significante (del orden paterno) golpea al sujeto en su cuerpo en forma real (trauma), por lo que en estos casos el anudamiento corporal se realiza sin repetición, como lo haría en el caso del síntoma, en el cual lo corporal estaría ligado a un efecto de sustitución en la cadena significante, un efecto metafórico.
Es así que en los fenómenos psicosomáticos, se habla de un significante ligado a un saber. Se trata entonces de un goce sin ligación, sin división subjetiva, un significante sin cadena sino unido aun componente fisiológico, un punto, un nombre, (asma, vitíligo, soriasis).
En el caso de la psicosis, no se puede responder al retorno de lo real, en el caso de un fenómeno psicosomático se trata de la repetición de un traumatismo que nunca fue asumido
Cada vez que en salud mental se habla cuadros clínicos, o psicopatología o de algún tipo de clasificación nosográfica, ocurre que las divergencias se tornan evidentes. Diferentes concepciones teóricas tornan imposible llegar a una clasificación aceptada por todos.
Ocurre que las maneras de abordar la clínica difieren de acuerdo a las maneras de conceptualizar a la psicopatología, la salud, la enfermedad, el sujeto, etc. Bajo esta perspectiva, una concepción del sujeto dada, determinará una concepción de la clínica. Es así que el campo “psi” es tan amplio que no podría pensarse una unificación que conforme a todas las ideas circulantes en la salud mental.
En este sitio se parte de acatar cada uno de los criterios y de respetar lo que cada autor sugiere no dejando nunca de situar las fuentes de cada expresión. Es por ello que aunque resulta un poco esquemático, los datos y las publicaciones se inscriben en alguna de las articulaciones teóricas con el fin de facilitar las búsquedas y de generar corrientes de interés entre los consultantes que navegan el sitio.
Entre los intentos clasificatorios más conocidos y utilizados se pueden considerar por ejemplo El “Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, cuarta edición (DSM-IV). Quizás el más difundido internacionalmente y el mayor intento de llegar a generalizar los criterios. Pero a su vez resulta muy criticado, como por ejemplo al fomentar la denominación de “trastorno” como nominación de entidades clínicas, lo que concentra el riesgo de eliminar en los hechos la idea de “estructura subjetiva”, como lo plantearían las lecturas psicoanalíticas que plantean una división a partir de tres grandes estructuraciones subjetivas tales como neurosis, psicosis y perversión. No se debe dejar de citar algunas conceptualizaciones que rechazan cualquier tipo de estas clasificaciones, o que se proponen trabajar con otras articulaciones conceptuales o teóricas (sistemas, comportamientos, aprendizajes, etc). Para terminar esta introducción, no se puede dejar de mencionar el sistema de codificación utilizado principalmente en el continente europeo: “Clasificación Internacional de Enfermedades (décima edición)” (CIE-10), entre otras posibles clasificaciones.
El tema resulta inagotable, porque sobre cada clasificación existen debates, consideraciones y nuevas y permanentes propuestas.
Se transcribe a continuación parte de la advertencia utilizada al comienzo del manual DSM-IV: “Los criterios diagnósticos específicos (...) son directrices (...) puesto que se ha comprobado que su uso aumenta el entendimiento entre clínicos e investigadores (...) con el fin que (...) puedan intercambiar información (...).”
La lista de entidades clínicas, trastornos, estructuras, o psicopatologías, que se expone en ClinicaPsi.com son los diagnósticos más frecuentes utilizados por profesionales pero por sobre todo que existen en el lenguaje popular de las personas. Estas listas implican pueden no coincidir siempre con los cuadros nosográficos preestablecidos, pero no pueden dejar de citarse porque se constituyen en referencias populares para las búsquedas, son utilizados mediante expresiones corrientes de las personas, convirtiéndose en una orientación para que el usuario navegue, se informe y se interese, y que los profesionales busquen puntos empíricos comunes.