Ansiedad y Depresión
No es uniforme la postura frente a estas entidades, se trata de denominaciones altamente difundidas entre las personas, se aplican en lenguaje popular para designar una gran cantidad de estados de animo. El término depresión en la actualidad es utilizado de manera muy lábil. Es así que muchos profesionales utilizan la terminología en un sentido amplio, incluso puede ser pensada para designar que el animo esta deprimido respecto otras ocasiones
Según el manual de diagnostico de los trastornos mentales (DSM-IV), dentro de los “Trastornos del estado de ánimo” se encuentra la depresión conjuntamente con “el trastorno depresivo mayor, episodio único y recidivante”. Por otro lado el manual considera los “Trastornos de ansiedad” dentro del cual se encuentran entre otros la “crisis de angustia” o “ansiedad generalizada”.
Para muchos profesionales, tanto la ansiedad como la depresión son consideradas de gran importancia debido a que se trataría de los dos más comunes motivos de consulta en el ámbito “psi” (psicológico, psiquiatrico, psicoanalítico, etc.). Desde esta perspectiva la ansiedad esta relacionada con sensaciones angustiosas y la depresión con la tristeza. Según esta concepción ambas entidades, aparecen como sentimientos que se encuentran íntimamente relacionados, llegando a considerar que los trastornos de ansiedad anteceden casi siempre a un episodio depresivo. De esta manera se piensa que la depresión termina siendo la culminación de un estado de ansiedad previo.
Según otro importante número de teóricos, tanto la depresión como la ansiedad, no son entidades que puedan diagnosticarse por si solas. Serían estados afectivos que acompañarían diferentes posicionamientos clínicos.
El psicoanálisis se enmarcaría dentro de los que plantean estas posturas no considerando a la depresión ni a la ansiedad como entidades clínicas. Para el psicoanálisis entonces referirse a la depresión evita plantear el diagnóstico en términos de estructura subjetiva. Se trata de un "real" que insiste en ser interrogado,y que plantea llevar la percepción angustiosa de "aquello que no anda", hacia la posible interrogación subjetiva. Si bien se utiliza psicoanalíticamente la denominación depresiva, no se usa con espíritu diagnóstico. Salvo cuando la referencia es hacia la psicosis maníaco-depresiva, o en la melancolía.